Revista Científica de UCES
Vol. 29 N° 1 (Enero-Julio de 2024)
ISSN Electrónico: 2591-5266
(pp. 1-30)
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según algunos autores, podría frecuentemente vincularse al llamado trabajo improductivo o
a procesos de valor cuya lectura desde la teoría de la plusvalía se hacen muy difícil. Por ello,
los indicadores de estratificación suelen tomar, además del monto del salario, el prestigio o
la formación del profesional.
En ese sentido, diferentes autores convergen en considerar que la proletarización consiste
en caer en la órbita salarial, al interior de un mercado de trabajo al cual se concurre para
vender la fuerza de trabajo. Al respecto hay que tener presente que los profesionales no
operan en un mercado totalmente libre ya que están regulados por el Estado o por su propia
organización profesional. Otro aspecto que distancia al profesional liberal del empleado de
oficinas, es que en su desempeño profesional opera como un trabajador cuyo ritmo y
condiciones de trabajo, producto y precio de su producto son determinados, prima facie, por
él mismo, y cuyo salario no sólo es regulado por la venta de sus servicios en un mercado
libre, sino que percibe sus honorarios sin ningún intermediario burocrático. Sin embargo,
actualmente, incluso pensando en el profesional independiente, con despacho o consulta
propia, estas definiciones escasamente se ajustan a la realidad, la cuestión del avance hacia
una forma de remuneración salarial en algunas profesiones liberales es bastante conspicua.
Por otra parte, hay una hipótesis diferente para interpretar la proletarización en un sentido
que evite las objeciones anteriores. Tal sentido sería el de la “pérdida de control sobre el
conocimiento, el proceso de trabajo, etc. y una pérdida de control sobre los objetivos y
propósitos del propio trabajo". En primer lugar, si recordamos el concepto de Braverman de
"construcción social de la cualificación", se puede ver una transformación creciente de la
relación entre capital y trabajo. Al observar los procesos de trabajo impactados por la
innovación tecnológica, resulta visible que, si bien es cierto que frecuentemente es necesario
aumentar los conocimientos y habilidades en un sector de la fuerza de trabajo
profesionalizada ocurre que, de modo simultáneo disminuyen en otro, siendo numerosas las
investigaciones que enfatizan la contingencia de estos procesos. Pero en todos los casos
puede verse esa pérdida de control sobre el proceso de trabajo y, un alejamiento de los
objetivos y los propósitos del propio trabajo en la percepción del profesional. La creciente
tendencia de subsunción real de la fuerza de trabajo profesional al capital en procesos donde
los instrumentos que utiliza el profesional son generados por una corporación, justifica el
diagnóstico de una tendencia general en dicho sentido. Como respuesta a estos procesos, los
profesionales expresan una insensibilización ideológica (disociación del contexto de la