
Revista Científica de UCES
Vol. 28 N°1 (Enero - Julio de 2023)
ISSN Electrónico: 2591-5266
(pp. 1-18)
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ejercer un proceso de tramitación aloplástica y energética. Puede suceder que el nuevo ser
permanezca a la deriva, sin un otro que lo socorra, proceso indispensable para el diseño de la
subjetividad. Entonces ante el desvalimiento psíquico y el desasosiego de la energía pulsional,
es potencialmente viable la instauración de marcas tóxicas que mantienen la posibilidad de
prevalecer toda la existencia.
En el comienzo de la vida, el sujeto depende totalmente, de la madre, quien cumple con
dos funciones importantes y trascendentes: la primera, como objeto que filtra; y la segunda, ser
el lugar para la descarga. El infans durante el primer semestre de vida tramita grandes
cantidades de energía que se presentan como angustia automática (Freud 1926), las cuales
deberán ser procesadas con su limitado psiquismo originario.
El creador del psicoanálisis asegura que para lo psicológico existen dos grandes fuentes
estimulantes ante las cuales el psiquismo puede quedar en estado de desvalimiento: la
incitación pulsional (endógena) y la incitación del mundo (exógena).
Freud destaca, de manera reiterada, la teoría del trauma, la vigencia de la sexualidad y también
la importancia de las huellas mnémicas, que hacen posible el trauma a posteriori.
“En el nexo con la situación traumática, frente a la cual uno está desvalido, coinciden
peligro externo e interno, peligro realista y exigencia pulsional. Sea que el Yo vivencie en un
caso un dolor que no cesa, en otro, una estasis de necesidad que no puede hallar satisfacción.
La situación económica es, en ambos casos, la misma, y el desvalimiento motor encuentra su
expresión en el desvalimiento psíquico” (Freud, 1926, p. 157).
Así pues, se observa cómo la situación de desvalimiento se presenta como parte de la
vida anímica primitiva; pero el escenario se complejiza a partir de las dos provocaciones
imposibles de ser tramitadas sin dificultades: la externa o mundana, la cual es provocadora de
dolor, y la otra a nivel interno en el mundo de lo pulsional constituyente cuyo desvalimiento,
en más bien, psíquico (Maldavsky, 1996), y también provocadora de dolor. Y en ambos
casos se observan implicados el funcionamiento tanto motor como anímico.
Freud asegura que “El pequeño primitivo debe devenir en pocos años una criatura
civilizada…” (1940 [1938]), P. 185) para ello debe enfrentar una gran cantidad de acciones entre
las que se destacan los estímulos intra y extra corporales. El cachorro humano con su primitivo
psiquismo deberá enfrentarse a esta compleja trama de transacciones energéticas para lo cual es